Ahir a la Vanguardia es va publicar un article sensacional de Jordi Balló que resumeix tots els sentiments i sospites sobre la gran YUKI AND NINA de Suwa i Girardot:
Película del año
Jordi Balló
'Yuki & Nina' demuestra que el desplazamiento de un director da la posibilidad de crear nuevas emociones
Es Yuki & Nina una de las películas esenciales del 2009? Si por película del año entendemos esas obras que nos hacen avanzar en nuestra percepción de espectadores, sin duda. Porque se trata de una obra sobre la fuerza de la simplicidad, de contar las cosas como son, de confiar en la fuerza primigenia de un gesto, de un diálogo que suena como si se produjera por primera vez. La historia del filme trata sobre una niña hija de padre francés y madre japonesa que se enfrenta al divorcio de sus padres y a la posibilidad más que factible de irse de París, dejando atrás a su mejor amiga, para instalarse en Japón acompañando a su madre. Todo este conflicto que parece menor está visto desde el punto de vista de la niña (y de su amiga Nina, que ha pasado por lo mismo), y eso es algo que realmente se hace notar en la extraña confluencia de sentimientos que se producen. Dejo para el espectador comprobar de qué manera física se produce este viaje entre las dos geografías. Algo realmente prodigioso.
Este tránsito entre Francia y Japón está en el centro de la obra, y nos hace pensar sobre qué está ocurriendo con los cines nacionales. ¿Es una película francesa o japonesa? Si observamos su producción diremos que es sobre todo francesa, como también lo es el actor Hippolyte Girardot, que encarna al padre de la niña y es también el debutante codirector de la película. Pero es evidente que el hecho diferencial de este filme lo proporciona el hecho de que el otro codirector sea uno de los grandes cineastas del momento, el japonés Nobuhiro Suwa, que se ha decidido a filmar esta historia que arranca en Francia para moverse a partir de aquel momento por los senderos de la incertidumbre.
¿Cuál es el resultado? Un filme diferente, que empieza como una comedia costumbrista, va adquiriendo tintes dramáticos y merodea por las fronteras de lo fantástico sin perder nunca el pulso de lo real. Un filme que funde tradiciones distintas, y que ha obligado al propio Suwa, según reconoce él mismo, a variar elementos de su propio estilo, un cambio que no piensa olvidar en otras obras de futuro. Esto nos llevaría a una conclusión provisional: en estos filmes basados en formas modernas de desplazamiento anida la posibilidad de pensar nuevas emociones. De la misma manera que las nuevas tecnologías de comunicación nos obligan a revisar qué significa estar lejos o estar cerca, también el hecho de que los creadores de más talento emprendan operaciones de movilidad nos proporciona un mapa de posibilidades que ya no responden al mero interés del patchwork productivo. Hace unos años cuando un autor se movía de su país para ir a otro se veía sólo la sombra de una operación comercial o de una pura invitación del productor. Ahora lo que emerge es que en este cruce de confluencias anida la posibilidad de mutar, de ser uno mismo en contacto con lo otro.
